Reino Unido enfrenta más días de calor y lluvias extremas
Este jueves, la Oficina Meteorológica del Reino Unido (Met) ha reportado un notable incremento en la frecuencia de temperaturas extremas y récords de lluvia debido al cambio climático. Según el informe anual “Estado del Clima en el Reino Unido”, que analiza los eventos de 2023 en comparación con el promedio histórico, el país está experimentando más periodos de calor, afectando la infraestructura, la salud y el bienestar de la población.
El informe, que compara datos del año pasado con registros históricos que se remontan al siglo XIX, también revela un aumento en las lluvias extremas. Usando una temperatura de referencia de 28 grados, la Met señala que la frecuencia de días que alcanzan esta temperatura ha aumentado en todo el Reino Unido. Mientras que entre 1961 y 1990 solo Londres y Hampshire registraron un promedio de seis o más días por encima de los 28°C, en la última década (2014-2023), esta frecuencia se ha extendido a la mayor parte de Inglaterra y Gales, con el sureste experimentando más de 12 días por año.
El número de días “agradables” (máximo diario de 20°C) ha aumentado un 41% entre 2014 y 2023 en comparación con 1961-1990, mientras que los días “cálidos” (25°C) han subido un 63%. Los días “calurosos” (28°C) se han duplicado y los días “muy calurosos” (30°C) se han triplicado durante el mismo período.
Además, el último decenio ha registrado un 20% más de días de lluvia extrema comparado con el período 1961-1990. El año 2023 fue el segundo más cálido, el séptimo más lluvioso y el 22º más soleado del Reino Unido según registros históricos que datan de 1884, 1836 y 1910, respectivamente. Gales e Irlanda del Norte vivieron su año más cálido.
En todo el Reino Unido, mayo de 2024, septiembre y junio de 2023, diciembre de 2015 y abril de 2011 marcaron récords de altas temperaturas para esos meses, mientras que el último récord de frío se registró en diciembre de 2010.
Estos cambios reflejan claramente los efectos del cambio climático, llevando a un incremento significativo en eventos meteorológicos extremos que están remodelando el clima británico y presentando nuevos desafíos para sus habitantes.
